Los modelos sirven para explicar el proceso de enseñanza-aprendizaje, facilitar su análisis, mostrar las funciones de cada uno de los elementos y finalmente, también pretender guiar la acción.
Como esquema interpretativo, el modelo didáctico selecciona los elementos básicos de la realidad del proceso de enseñanza-aprendizaje y se basa en una teoría que debe ser comprobada en la práctica.
Modelo clásico
Modelo clásico o tradicional transmisivo, se caracteriza por promover una enseñanza directa que produce un aprendizaje de tipo receptivo, con exceso de verbalismo repetitivo y memorístico. Se centra en el proceso instructivo sin prestar atención a la asimilación del aprendizaje por parte del discente ya que concibe al profesor como sujeto principal del proceso (magistrocentrismo).
Modelo tecnológico
La tecnología, pues, no se reduce solamente al uso de medios y recursos audiovisuales y tecnológicos sino que incluye una propuesta de funcionamiento de la enseñanza como modelo de racionalización susceptible de tecnificación para su optimización y control.
El proceso didáctico es concebido como algo susceptible de tecnificación y se persigue la eficacia en la consecución de los resultados. Por eso, más que la utilización de artefactos, se caracteriza por seguir un proceso sintético:
Definición del problema en términos sistémicos, Análisis para generar alternativas, Selección de la solución optima y síntesis, Implementación controlada y Evaluación y revisión.
Modelo comunicativo
Comunicar es poner mensajes en común, entrar en contacto con otros para dar y recibir informaciones; la comunicación pues, es un intercambio de significaciones entre uno o más emisores y uno o más receptores.
La esencia del acto didáctico es precisamente la comunicación, así lo han entendido los principales representantes de este modelo.
Destacan en este modelo Rodríguez Diéguez, Titone, Cazden, Medina y de la Torre. El modelo se basa en la interacción y se fundamenta en las teorías de la comunicación verbal y no verbal.
La interacción cobra la máxima importancia en el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje. Tanto la interacción maestro-alumno, como con alumnos entre sí.
El modelo informativo es unidireccional con un solo emisor, como una conferencia o una clase magistral.
Emisor, Mensaje y Destinatario.
En el modelo interactivo se produce una alternancia entre emisor y receptor "Emirec" de tal modo que una intervención determina la otra, y esta a su vez condiciona la siguiente. Se da pues bidireccionalidad con cambio de roles entre emisor y receptor.
El modelo retroactivo representa una síntesis de los anteriores. El profesor aprovecha la intervención del alumno para proponer una nueva pregunta o una nueva intervención suya.
Aparece el feedback o retroacción que permite reformular las nuevas intervenciones .
En este modelo se deben considerar los discursos en el aula, el contenido verbal y no verbal de la comunicación y sus funciones. Se estudia el desarrollo de cada acto didáctico desde el punto de vista de la interacción, lo que incluye también el clima relacional del aula.
Se promueve el dialogo sincero y abierto.
Modelo constructivista
El constructivismo, basado en teorías de Piaget, Ausbel, Bruner y Vigotsky, considera que el conocimiento es función de la manera como el individuo crea significados a partir de sus propias experiencias.
Los constructivistas no niegan la existencia del mundo real, pero sostienen que lo que conocemos procede de la interpretación nuestras experiencias. El conocimiento no viene directamente de la percepción de la realidad sino que cada uno construye interpretaciones personales del mundo, basándose en acciones, experiencias e interacciones individuales con el ambiente.
Para Piaget, el conocimiento no se forma a partir de la percepción ni de la sensación, sino a través de la acción; no emerge ni del sujeto consciente ni de los objetos ya construidos, sino de la interacción entre ellos.
Modelo colaborativo
Ante el individualismo creciente, el modelo colaborativo o cooperativo intenta crear un clima del aula opuesto a la competitividad que promueve unas actitudes solidarias mediante el trabajo del grupo. Se trata de una evolución del modelo comunicativo. Los principales autores son Cousinet, Johnson, Pujolás entre otros.
En el caso del trabajo colaborativo, cada equipo es un grupo básico, una célula social y su objetivo es el aprendizaje.
El aprendizaje cooperativo, todos ganan y nadie pierde.
Normalmente, el aprendizaje colaborativo no se lleva a cabo en espacios cortos de tiempo como cuando se trata de resolver un ejercicio en grupo, sino que implica el desarrollo a lo largo del tiempo de un trabajo de tal envergadura que sería difícil de abordar con éxito por cada estudiante de forma individual.
La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner contempla diferentes tipos de inteligencias: abstracta, social, práctica, emocional, estética y cenestésica. La inteligencia social ha sido recientemente desarrollada por Albrecht . Para este autor, este tipo de inteligencia (o competencia) consistiría en la capacidad de portarse bien con los demás y conseguir que cooperen.
Las competencias relacionadas con las habilidades sociales son:
- Aptitud para trabajar en equipo
- Capacidad de liderazgo
- Adaptación a los cambios y a las nuevas situaciones
- Capacidad de escuchar activamente y valorar las ideas de los demás
- Sensibilidad ante, otros puntos de vista, respeto y tolerancia hacia las personas
- Apertura a otras posiciones, pero firmeza en la defensa de las propias convicciones
- Trabajo en colaboración con personas diferentes
- Aprender a asumir responsabilidades con gusto
- Capacidad de participar activamente en la toma de decisiones
- Capacidad de mediación y resolución pacifica y constructiva de problemas
- Capacidad de comunicación exponiendo las propias ideas en público
- Habilidades sociales, resumidas en una conducta socialmente activa, participativa, constructiva, asertiva y empática.
La construcción del conocimiento es un proceso estrictamente personal, de aprendizaje autónomo, pero hay que reconocer las ventajas de la labor de equipo. El aprendizaje cooperativo es un término genérico que podría ser definido como aquel conjunto de métodos y estrategias didácticas, formas de organizar el trabajo académico, dentro y fuera del aula, que promueven la obtención de los objetivos y el desarrollo de las competencias a partir de la interacción con un grupo de iguales.
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