lunes, 19 de diciembre de 2011
El desarrollo cognitivo del bebé
El recién nacido
Entre la semana 38 y 40 de gestación se produce el nacimiento llamado a término. El propio bebé es quien provoca el parto liberando una hormona en la sangre de la madre. A partir de ahora el bebé deberá demandar alimentos y respirar por sí solo.
Estados y ritmos
En contra de lo que se podría pensar el recién nacido es un ser organizado.
Suele llegar al mundo muy despierto y se mantiene así durante dos o tres horas. Desde este momento, se sucederán en el bebé diferentes estados sujetos a ritmos naturales que irán variando con el tiempo y generarán pautas de sueño, vigilia, actividad y alimentación. Se han descrito seis posibles estados en el bebé: Sueño tranquilo o profundo, sueño ligero o activo, somnolencia, alerta inactiva, alerta activa y llanto.
Sistemas para recibir información: los sentidos
El oído, el tacto, el olfato y el gusto están ya en funcionamiento mucho antes del nacimiento y son un modo de interactuar con el medio.
El sentido que está menos desarrollado a la hora del nacimiento es la vista. La visión es muy borrosa, no puede superponer las imágenes de las dos retinas y verá doble durante algún tiempo.
La información que recoja a través de sus sentidos es básica para el desarrollo del cerebro, para empezar a establecer relaciones sociales y para conocer su entorno.
Sistemas para actuar en el mundo: los reflejos
Aparte de los sentidos para recibir información, el bebé cuenta con las respuestas reflejas. Las respuestas reflejas son una serie de respuestas involuntarias programadas para activarse ante ciertos estímulos.
Los reflejos también nos dan información sobre el estado del sistema nervioso del bebé.
Se pueden clasificar en tres grupos:
Los que permanecen a lo largo de toda la vida. Respirar, parpadear…
Los que se pierden unos meses después del nacimiento y se vuelven a aprender más tarde. Reflejo de la marcha y reflejo de natación.
Los que desaparecen para siempre a los pocos meses de nacer. Reflejo Babinsky, el reflejo del moro…
La succión es uno de los reflejos más importantes que posee el recién nacido. Alcomienzo lo usará para poder alimentarse para más tarde ir adaptándolo a los diferentes objetos que quieran chupar. La succión junto al reflejo de prensión se convierten en un mecanismo a través del cual explorar los objetos y sus propiedades. Venir dotado de estas conductas involuntarias es esencial para poder llevar a cabo el
desarrollo del pensamiento.
Sistemas para transmitir información: el llanto y la sonrisa
El llanto es un vehiculo de aprendizaje porque a través de él consigue que el adulto le acerque el mundo al que él todavía no puede llegar. El llanto también es un indicador del sistema nervioso central. Cuando existen
alteraciones el tipo de llanto del bebé es diferente. Por ejemplo, los niños con síndrome de Down sueles emitir llantos atípicos. Más adelante los bebés se especializan en el tipo de llanto que emiten y su significado
varía. Se distinguen cuatro tipos de llanto:
Llanto de hambre
Llanto de dolor
Llanto que reclama el contacto humano
Llanto de miedo o enfado.
La sonrisa de los recién nacidos es un gesto involuntario pero hacia los dos meses aparece la sonrisa social. Al percibir la reacción de admiración y alegría que expresan los adultos cuando le ven sonreír, el bebé aprenderá que cuanto más sonríe más refuerzo recibe.
El cerebro del recién nacido
El cerebro humano al principio está mucho más desorganizado que el de cualquier otra especie. Las experiencias que los bebés van registrando son las que conformarán gran parte de sus conexiones neuronales. Eso es lo que hace que cada cerebro humano sea único.
Las principales diferencias entre nuestro cerebro y el los primates son su mayor volumen, su lento desarrollo y el largo periodo de plasticidad postnatal.
La mayor parte de las neuronas se producen entre las semanas 12 y 28 de gestación. Las neuronas se producen cerca del centro del cerebro y luego deben trasladarse al exterior del encéfalo. Este periodo finaliza a los siete meses de gestación. Cuando ya se ha completado la migración comienza la sinapsis, que son las conexiones entre neuronas.
Durante los 12 primeros meses el cerebro crece más rápido que cualquier otro órgano.
El desarrollo del cerebro no se produce de forma uniforme, si no que existen periodos de una actividad especial y se corresponden con los denominados “acelerones del desarrollo”. Estos acelerones están unidos a momentos que se observan cambios conductuales y cognitivos. Muchos de estos momentos coinciden con estadios de Piaget por lo cual vemos la relación que existe entre maduración neurológica y cambio conductual.
Las capacidades perceptivas del bebé
La percepción visual
Antes de nada vamos a explicar cuales han sido las técnicas más utilizadas para investigar la percepción visual de los bebés. Estas técnicas las podemos dividir en dos grupos:
Medidas psicofisiológicas → Tienen en cuenta aspectos del sistema nervioso
central y autónomo (Dilatación de las pupilas, aceleración del ritmo cardiaco…)
Medidas conductuales. Existen tres técnicas principales:
· Técnica de preferencia → Presentar dos estímulos diferentes de forma simultanea y registrar el tiempo de fijación visual antes cada uno de ellos.
· Técnica de habituación → Presentar un estímulo hasta que se acostumbra a él y seguidamente presentar otro distinto para ver si recupera la atención y, por tanto, lo diferencia del anterior.
· Técnica de condicionamiento → Refuerza algunos movimientos voluntarios del bebé para ver si discrimina entre estímulos diferentes. Por ejemplo, cuando escucha la silaba pa si el niño gira la cabeza aparecerá una imagen bonita. Una vez que el bebé ha comprendido la relación entre el sonido, el movimiento y la imagen el investigador cambia el sonido. Si al decir la silaba ba el bebé sigue girando la cabeza será señal de que no diferencia los sonidos pa y ba.
Problemas a los que se enfrentan estas técnicas:
La utilización de diferentes técnicas para evaluar una misma capacidad ha dado lugar a diferentes resultados.
Dado que las conductas y las medidas tomadas necesitan ser interpretadas, cada autor le puede dar una interpretación diferente.
A continuación vamos a ver los procesos visuales básicos, dentro de estos procesos se encuentran:
Acomodación visual → Tiene que ver son la capacidad de enfocar. El recién nacido solo es capaz de enfocar los objetos situados a menos de 20 cm. Pero a los cuatro meses el ojo del bebé se acomoda como el de un adulto.
Agudeza visual → La capacidad del ojo para percibir detalles. Los recién nacidos perciben muy pocos detalles pero a los seis meses se alcanza un nivel similar al de los adultos.
Sensibilidad al contraste → Durante el primer mes solo ven objetos grandes y con mucho contraste. A los seis meses alcanza niveles comparables a los del adulto aunque todavía algo inferiores.
Otros de los elementos de la percepción visual más estudiados son la percepción de la profundidad (parece que los bebés perciben la profundidad desde los primeros meses pero no sienten miedo hasta que no son capaces de moverse por si mismos), percepción de la forma (prefieren objetos moderadamente complejos a otros mas simples), percepción de los objetos (los bebés muy pronto comienzan a percibir los objetos como
unidades) y finalmente la percepción del color (desde 1-2 meses perciben y discriminan los colores).
La percepción auditiva
Como ya hemos comentado antes el sistema auditivo comienza a funcionar durante la gestación. Desde el nacimiento el bebé parece reconocer y preferir determinados sonidos como las voces humanas y la música. La experiencia intrauterina hace que el bebé muestre preferencia por la voz materna. Según algunos estudios también parece que el recién nacido ya distingue entre diferentes sonidos del habla, por ejemplo b y p.
La melodía y la tonalidad parecen ser elementos importantes en la adquisición del lenguaje, pero también en la comunicación afectiva y en el establecimiento del apego.
El olfato, el gusto y el tacto
Durante el período de gestación los fetos pueden detectar olores y sabores a través del líquido amniótico.
En lo referente al olfato, se observan giros de cabeza y muecas de asco cuando se les presentan olores desagradables. Y en cambio se aprecian expresiones faciales positivas y ausencia de movimientos de rechazo cuando se les presentan olores agradables.
Por otro lado cuando se les da a probar soluciones con sabor dulce, amargo y ácido realizan muecas faciales diferentes, en cambio, en cuanto a lo salado no está del todo claro si el recién nacido percibe este sabor o no.
Por último, los recién nacidos también perciben sensaciones táctiles y dolor.
La percepción intermodal
También se ha estudiado si los bebés pueden conectar los estímulos que provienen de diferentes modalidades sensoriales. La capacidad para relacionar modalidades sensoriales permite dotar al entorno de estabilidad y unidad, independientemente de las distintas facetas de los estímulos que nos presentan las diversas modalidades sensoriales. Así, al integrar la textura, la imagen y el sonido que produce un objeto, entendemos que se trata de un solo y no de tres objetos diferentes.
Los estudios llevados a cabo han investigado la conexión entre la vista y el tacto (Meltzoff y Borton demostraron que los bebés de 1 mes pueden emparejar distintos tacto con sus imágenes correspondientes), la vista y el sonido (a partir de los 4 meses los bebés prefieren mirar la imagen de una persona cuyos movimientos labiales coinciden con el sonido) y finalmente la visión y la propiocepción (Meltzoff y Moore
los bebés son capaces de imitar gestos faciales). Este último punto iban en contra de la teoría formulada por Piaget que el ubica la imitación en un periodo mas tardío. Todavía suscita mucho debate la imitación temprana y cada autor interfiere en función de a que teoría del desarrollo se adscribe.
Según los estudios que acabamos de ver los bebés pueden relacionar información sensorial de diversas modalidades. Pero hay dos limitaciones que imponen un ritmo para que puedan integrar esta información para identificar objetos. Las limitaciones son: la maduración de los sistemas periférico y central y la interacción con el entorno.
La explicación piagetiana del período sensoriomotor
El período sensoriomotor va desde la actividad refleja hasta la conducta intencional más
temprana y la capacidad simbólica. Definiciones conceptos piagetianos:
Reacciones circulares primarias (RC1.ª)→ Repetición de acciones sobre el mismo cuerpo (chuparse el dedo).
Reacciones circulares secundarias → Repetición de acciones hacia objetos externos (golpear juguetes).
Intencionalidad o conducta intencional → Búsqueda deliberada de una meta, por medio de una serie de comportamientos subordinados a ella (bebé que no gatea estira de la manta para acercarse un objeto).
Reacción circular terciaria→ La variación y experimentación de distintas acciones que conducen a un mismo objetivo (tirar algo de diferentes alturas, ángulos…)
Símbolos → Cualquier tipo de estímulo o código que representa otra cosa.
Piaget planteó que en el período sensoriomotor hay 6 estadios:
ESTADIO 1: El ejercicio de los reflejos (0-1 mes)
Los reflejos del recién nacido experimentan pequeñas adaptaciones y se modifican convirtiéndose en conductas adquiridas propias del estadio 2.
ESTADIO 2: La primeras adaptaciones adquiridas y las reacciones circulares primarias (1-4 meses)
Las RC1.ª son ya conductas adquiridas que se logran mediante la repetición de acciones sobre el propio cuerpo.
ESTADIO 3: Reacciones circulares secundarias y procedimientos destinados a prolongar espectáculos interesantes (4-8 meses) Se interesa por los efectos provocan sus acciones: tirar, golpear… pero todavía no hay intencionalidad.
ESTADIO 4: La coordinación de los esquemas secundarios y su aplicación a nuevas situaciones (8-12 meses) Se observan ya conductas claramente intencionales.
ESTADIO 5: La reacción circular terciaria y el descubrimiento de los nuevos medios mediante experimentación activa (12-18 meses) La reproducción de la acción ya no es mera repetición, cambia ligeramente sus modos de acción observando las consecuencias.
ESTADIO 6: La invención de nuevos medios mediante combinaciones mentales (18-24 meses)
El niño prevé que maniobras debe hacer para conseguir lo que quiere. Esta capacidad de anticipación marca el fin de la inteligencia sensoriomotor.
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