Tema 2: Historia DE LA EDUCACIÓN ESPAÑOLA
- La sociedad española del Renacimiento
En el Renacimiento, con la
apertura comercial del Mediterráneo y América, aparece la economía monetaria y
la sociedad de mercado que imponen el valor de la moneda, y se enfrenta al
estado por el control de los monopolios en todos los sectores. Ello trae como
consecuencias: 1) El enriquecimiento de la burguesía, el desarrollo de nuevas
ciencias. 2) El incremento demográfico generan una demanda de productos
alimenticias y de materias primas, lo que conlleva una transformación agraria:
producción especializada, sustitución de la relación feudal por rentas
censatarias y otras formas de explotación de la tierra: enfiteusis, trabajo
libre asalariado y arrendamiento. 3) También se produce una superproducción de
plata que genera desvalorizaciones y subidas de precio. Ello afecta a la
estructura social, apareciendo numerosos proletarios que luchan contra los
privilegios de la nobleza. A esto se suman epidemias y pestes.
En el plano político, se unen las
dinastías de Castilla y Aragón aliados el control militar y político en la conquista
del resto de los territorios peninsulares y mediterráneos. A ello se suma el
uniformismo religioso pactado por el papado y asegurado por el establecimiento
de la Inquisición, la reclusión en barrios y expulsión de judíos y musulmanes y
la reforma órdenes religiosas de Cisneros. El poder se refuerza con el control
político que supone la incorporación de los maestrazgos en las órdenes
religiosas, se amplían los Consejos, se
crean salas de Contadores, se reforma el ejército y la justicia… La
participación política se profundiza en el debate. Ello impulsó el pensamiento
político. España representa la defensa del modelo centralista y monopolístico
de los monarcas, cuya alianza con el papado se opondrá a la reforma luterana, y
abanderará la reforma de Roma.
En cuanto a la filosofía, el
racionalismo y el empirismo están vinculados a la intuición como única vía de
acceso a la realidad. Se confianza en la razón y renueva el conocimiento de
filósofos griegos en sus reflexiones sobre el hombre y la naturaleza. El hombre
es estudiado en su naturaleza racional en conexión con sus fuerzas productivas
(arte) y sus manifestaciones sociales (política). Predomina la tendencia
neoplatónica, un renacimiento aristotélico y las escuelas morales helenístico
romanas, junto al desarrollo de las ciencias físicas. La filosofía moderna
supone la quiebra de la metafísica clásica y el origen de modernos sistemas
filosóficos. Empieza separando las estructuras metafísicas como la de materia y
forma. Los descubrimientos del nuevo mundo y los problemas económicos y
políticos harán surgir a la filosofía del derecho natural, penal e
internacional. A ello se añaden aportaciones de la ciencia y la técnica, los
descubrimientos geográficos, la seguridad material de la economía de mercado y
la agricultura, hacen renacer una nueva confianza en el hombre y en la vida. En
España surge la orientación cristiana de cualquier experiencia. Resurge la
escolástica y la reafirmación de la tradición medieval para fundamentar la
Reforma Católica en alianza con Roma. Y se defiende la monarquía absoluta.
A nivel cultural, España recoge
la influencia italiana: revalorizando la antigüedad clásica, revisando esquemas
medievales, confiando en las fuerzas del hombre, afirmando el individualismo y
la autonomía, y una nueva concepción del mundo. Se trata de un humanismo nuevo
en el que el hombre es la máxima realización de la naturaleza y como
protagonista de su historia. La lengua es fundamental para: la difusión
mediante la imprenta de los saberes, ideologías y sentimientos. Renace el
optimismo pedagógico que confía en alcanzar sus objetivos mediante la
educación, compartiendo propuestas de Europa influidas por Erasmo, compaginadas
con la religión católica, bajo un poder político aliado al poder religioso de
Roma.
- DOCTRINAS PEDAGÓGICAS EN EL HUMANISMO HISPANO
Se establecen una serie de
doctrinas basadas en la tradición cristiana, una cultura humana y laica que
desemboca en el individualismo, subjetivismo, inmanencia, autonomía, pluralidad
y en valores de la modernidad con una influencia italiana, buscando el
individualismo por Europa, aportando España su sello peculiar.
2.1.
Características del humanismo pedagógico
hispano
Religiosidad: el
hombre renacentista es religioso, rechaza las formas anteriores de vivir la
religión: dependientes, ascéticas, morales y excluyentes. Realiza dos reformas
religiosas. En España la religión influye en la educación, imponiéndola los
monarcas a través de la teología y de profesores.
Individualidad:
las vivencias del hombre renacentista le hacen fijarse en la individualidad de
cada persona, fundamental en las relaciones con los demás. Erasmo y Vives
hablan de la individualidad de los alumnos, que se constituye en referencia a
los docentes, los cuales los orientan en sus estudios y organizan sus
aprendizajes. Este individualismo exige orientar hacia un pensamiento crítico y
personal.
La lengua: es
imprescindible para acceder a fuentes, ideas, comunicación. El currículum del
humanista debe iniciarse por las lenguas, existiendo dos tipos: 1) las clásicas: que nos aproximan a
las fuentes, prepara para el desempeño de la administración de la Iglesia y los
estados, y es universal para viajes y negocios. 2) la vernácula: para hacer llegar las ideas a toda la
sociedad. Tal es el sentido de la creación de colegios trilingües y de la
Biblia Políglota Complutense (1517). Destaca los modelos del orador de Cicerón
y Quintiliano base del currículum del nuevo cortesano. Y se considera al hombre
completo como un literatus.
Un saber integral:
el nuevo concepto del hombre orienta un nuevo proyecto educativo. El hombre da
sentido a todas las cosas (antropocentrismo), lo que abunda en la estructura que
presentan los clásicos. La formación filosófica y lingüística se amplía por las
ciencias: positivas (matemáticas, anatomía, astrología...), prácticas
(medicina, leyes…), estéticas (música, pintura, poesía…), exotéricas,
respetando las religiosas (teología y Biblia), además de la moral.
Dimensión social y universal:
los viajes y las aportaciones de la técnica otorgan al saber un carácter
universal, en sentido enciclopédico y nivel geográfico. El saber empieza a
romper las estructuras sociales, ya que los burgueses pueden acceder a sus
estudios, a oficios más reconocidos y a aproximarse a otros con influencia
política. La movilidad del saber alcanza la movilidad social. Eso significa que
España plantea distintos niveles de formación para el pueblo.
Reformas metodológicas:
se deben al antropocentrismo. Se recupera a Plutarco y Quintiliano en las
prácticas metodológicas. Los aprendizajes deben graduarse y acomodarse a las
facultades de los alumnos. El maestro tiene un papel destacado y se discute
sobre sus capacidades y condiciones. El aprendizaje comienza a referirse a la
práctica. Vuelve a recordarse el papel
determinante de la familia en los primeros años del niño. Se elaboran
materiales escolares nuevos. La educación alcanza una consideración social de modo
que los más egregios pensadores son demandados para escribir sobre la educación
de los hijos de sus mecenas, proponen la formación del pueblo incluso en
escribir cartillas y libros de formación para alumnos.
2.2.
Algunos autores destacados
A principios del siglo XIV
influye en España escritos y traducciones de tendencia didáctico-moral,
mostrando interés por la cultura, armas, política y poesía del Marqués
de Santillana. En la misma línea, indico a continuación otros
autores de la época:
Pablo de Santa María:
inicia el prerrenacimiento literario en la escuela de Burgos. Dibuja
el nuevo ideal de formación física, intelectual y cristiana, con influencia de
Cicerón y Séneca. Propone a la retórica para la formación cortesana y al orador
como representante de los aspectos científicos, estéticos, lingüísticos y
éticos de la nueva humanitas.
Nebrija Es docente
y publica manuales en latín y en lengua vernácula: su Arte de la Lengua Castellana, es la primera gramática al
español. Se le considera como el “creador de la filosofía románica”, ya que
utiliza métodos clásicos. Culmina su experiencia docente con su obra De líberis educandis y recopila
textos de Jenofonte, Plutarco, Aristóteles y Quintiliano. Destaca las virtudes
morales y las intelectuales del hombre. El objetivo educativo es el
perfeccionamiento de la voluntad y de la inteligencia. Sus propuestas
metodológicas están compuestas por 12 temas en torno a los hijos:1) De qué
mujer deben ser procreados, 2) cómo se hacen más robustos sus cuerpos, 3) deben
ser más alimentados por la madre que por la nodriza, 4) del cuidado de la
formación de su cuerpo, 5) qué deben hacer antes de los 5 años, 6) cuándo deben
empezar la formación literaria y moral, 7)cuál debe ser el educador, 8) las cualidades y tareas del educador, 9) si
deben ser entregados pronto a un preceptor, 10) cuándo deben ser educados según
su ingenio, 11) su deber con los maestros, 12) si han de ser enseñados en casa
o en la escuela. Por otro lado, destaca la importancia de la formación y la
lengua que se adquieren en los primeros años; así como a la familia y su
influjo en lo físico, moral e intelectual. Considera al educador un sustituto
del padre y debe reunir una formación intelectual, integridad, moral, actitud y
recursos didácticos. De ellos se derivará la imitación, el respeto y obediencia
a sus discípulos. Es conveniente asistir a la escuela para socializarse y
prepararse para la vida pública. Constata la diferencia de ingenios en los
alumnos y recomienda atenderlos, ya que hay que compensar sus lagunas.
Luis Vives: es el
pensador más influyente en Europa. Realizó publicaciones de carácter enciclopédico.
Reflexiona sobre el ejercicio crítico de la razón, basada en una fe madura e
ilustrada, criticando a la escolástica
basada en el racionalismo religioso, moral y político. En cuanto al trabajador,
considera que sus estudios han de encauzarse hacia el bien público y su
comportamiento debe ser un ejemplo. Su concepto de participación democrática
se cumple con la obediencia al orden social justo. Aborda aspectos económicos y
sociales, la guerra y la paz, el derecho y las relaciones jurídicas, las
relaciones internacionales… para establecer el principio de solidaridad,
referido a bienes materiales y espirituales. Para él, la educación debe partir del
análisis de la naturaleza del hombre (cuyas funciones son memoria,
entendimiento y voluntad que dan lugar a una diversidad de talentos o
temperamento), y que debe conducirle a Dios que es el fin de la educación. En
su tratado De anima et vita diferencia
dos componentes
del ingenio del alumno: genético (evolución psicofisiológica del hombre
y su desarrollo cultural) y diferencial (diferencias individuales). De ellos
concluye, la necesidad de que el maestro conozca las peculiaridades de cada
alumno para adaptarles los estudios. Da importancia de cultivar al alumno para
que adquiera disciplina, respeto, veneración y estima al maestro. Por
otro lado, una formación completa e integral debe aunar los ideales de la ética
socrática con los de la filosofía cristiana y desarrollar las partes
integrantes del individuo y asegurar su proyección individual y social mediante
el bien saber, hablar y obrar. Asimismo, establece tres etapas de formación:
literaria, del pensamiento y artística, profesional y moral. Su concepción de
la escuela subraya su carácter público, con diferenciación de sexos y niveles
sociales. Propone construir a las afueras de las ciudades a las escuelas, con
alimentos para alumnos pobres y rodeados de una población formal y recta. Señala
las cualidades
y funciones del buen maestro: su competencia científica,
capacitación didáctica, integridad moral ejemplar y vocación. Aborda la educación
femenina encaminada al conocimiento de las letras, de obligaciones
familiares, tareas domésticas, lectura de libros filosóficos sobre la moral y
meditación silenciosa sobre textos religiosos.
Huarte de San Juan:
tiene influencia internacional. Su obra Examen
de los ingenios para las ciencias parte de los sujetos que presentaban
la medicina de su tiempo, destacando la diversidad de ingenios y las
especialidades, ciclos y ritmos formativos que cada uno debía seguir. Por otra
parte, sostiene el predomino en cada persona de la memoria, imaginación o
inteligencia. Señala 3 habilidades para ser enseñado: 1) contemplación de las
ideas sin juzgarlas, 2) habilidad para las reglas y consideraciones, 3) inventivos
y aprender por sí mismos. Cada predominio da lugar a diversos temperamentos,
teniendo también en cuenta la edad cronológica. Efectúa una orientación
profesional basada en los tipos de temperamento que debe utilizar
el maestro para orientar a sus alumnos y para el equilibro de la república,
para ello asocia la relación de las disciplinas adaptadas a la evolución
madurativa de cada temperamento y sujeto: memoria (en la infancia),
razonamiento (en la adolescencia), y
entendimiento (en la juventud). Recomienda la salida del medio familiar en la
adolescencia y juventud para que el nuevo ambiente motive su esfuerzo. Después
de esta orientación, el maestro utiliza la mayéutica para hacer nacer del
alumno sus capacidades. Señala que en la educación moral es importante
el compuesto psicofísico del hombre como unidad funcional. Concluye su tratado
con la eugenesia, adelantando condicionantes somáticos en la educación
referidos a la higiene y crianza, y las repercusiones en el desarrollo de los
temperamentos.
Antonio de Guevara aporta
otra propuesta de formación del príncipe y su privado, junto con la
organización de la república basada en el origen divino y popular del poder.
Considera a la religión la virtud sobre las que deben condicionarse las
restantes.
Lorenzo Palmireno humanista,
profesor y escritor. Sus estudios de
la aldea y El estudioso
cortesano presentan un instrumento práctico de estudio para alcanzar su
modelo pragmático de humanista que sepa salir adelante en las empresas con
honestidad y éxito. También dedica unas páginas a la tarea del preceptor.
Pedro Ortiz de Ribadeneyra:
abundan sus citas sobre la formación de un príncipe cristiano (Felipe II), en
la que tienen lugar: la religión, la justicia, la prudencia y la fortaleza.
Pedro Simón Abril:
traduce gran cantidad de obras clásicas al español y presenta a Felipe II un
plan de formación en castellano para mejorar la formación de los súbditos.
Critica el uso de lenguas extranjeras, la ostentación jactanciosa de algunos
docentes, el no ceñirse a contenidos completos de la materia, y la obsesión de
los estudiantes por alcanzar la titulación más que por su preparación. Propone
adaptar las materias a las necesidades del momento, el cultivo pragmático de
las ciencias instrumentales… en lengua castellana.
Otros autores son:
Miguel Sabuco, Juan de Mariana y el Brocense.
- ESCUELAS DE GRAMÁTICA Y ESTUDIOS DE HUMANIDADES
Los studia humanitatis
son los contenidos del renacimiento que conducen al ideal de sabio humanista.
La enseñanza de letras era impartida por maestros particulares en tres niveles:
Humanidades, Artes liberales (Trivium, Quadrivium y filosofía aristotélica) y
los Estudios superiores (Teología, Cánones, Leyes y Medicina).
Las escuelas de Gramática
son la principal preparación para los estudios universitarios e impartían
contenidos previos para acceder a los estudios de las Artes. El nuclear de
todos estaba constituido en España por la Gramática latina con las
Introductiones latinae de Nebrija, el Dictionarium hispanolatinum, la lectura
de textos clásicos, y con ejercicios sobre los Diálogos de Vives o los
Proverbios de Erasmo. El nivel económico y social de la mayoría de los maestros
se corresponde con el bajo nivel de competencia de los estudiantes españoles
por debajo de las exigencias universitarias, por lo que en el extranjero se
consideraba inútil al latín para los nuevos oficios. No obstante, la lengua
vernácula mereció en España la dedicación de los profesores.
Algunas escuelas y colegios
iniciaban a los alumnos en Retórica, Poética, Historia antigua y Filosofía
Moral, como preparación de las Artes. La Poética estuvo incluida en
la Retórica y Gramática hasta finales del siglo XVI. En cuanto a la historia,
Jerónimo Zurita convertirá al historiador en un oficio humanista y a la
historia en una disciplina dentro de las humanidades, dotándola de una
preceptiva y de un enfoque secularizador, realista y crítico, analizando
aspectos sociales, económicos, políticos, morales… La Filosofía Moral ocupará el mayor espacio de los
estudios de la humanidad. Su contenido gira en torno a 4 virtudes humanas
(prudencia, justicia, fortaleza y templanza) más 8 sociales (magnanimidad,
mansedumbre, liberalidad, eutrapelia, amistad,
epiqueya, y heroidicidad). Tenía como base la Ética a Nicómaco de Aristóteles.
La pluralidad de las escuelas
lleva a diferencias entre ellas debidas a su origen y función. La mayoría surgen anejas a las universidades
y con la misma limitación protectora que aquellas: el mecenazgo de algún noble
o rico, la administración municipal, la Iglesia y la monarquía. Así existían
escuelas municipales, menores, monacales, catedralicias o seminarios y colegios
de la Compañía. Otras diferencias se deben al nivel de estudios impartidos, los
recursos materiales, el origen geográfico y sociocultural de los alumnos…
La institución preparatoria de
estudios universitarios son las escuelas de gramática latina, con
amplio número en ciudades y pueblos, contribuyendo a la expansión cultural del
pueblo a las universidades. El Concilio del Trento propone una
reforma espiritual en la que destaca la creación de cátedras de
Teología en las catedrales y colegiatas que enseñaban gramática a los clérigos
y a los estudiantes pobres, para mejorar la formación del pueblo.
Los colegios constituyen una
institución intermedia entre la preparación que aportan las
Escuelas de Gramática y las Facultades de Artes. Tal fue el modelo que propuso
la Compañía de Jesús y que influyó en la enseñanza de Humanidades y Artes para
el desarrollo de la burguesía. La Ratio Studiorum jesuítica establece tres
niveles de formación: Humanidades (compuesto por tres grados de Gramática
latina, Humanidades y Retórica), Filosofía y Teología. Su teología educativa
rige todo el programa: instruir para saber (estudio); saber para vivir
honestamente (virtud); vivir para creer, esperar y amar a Dios. De este modo perfila
el modelo de humanismo cristianismo del renacimiento español.
- LAS UNIVERSIDADES ESPAÑOLAS EN EL RENACIMIENTO
Los estudios universitarios
tenían dos niveles: uno inferior de Artes y otro inferior de Teología, Derecho,
Cánones y Medicina. Tuvieron su desarrollo y esplendor de dos Universidades de
Salamanca y Alcalá de Henares.
Los estudios de Artes comprendía:
Gramática, Retórica, Música, Matemáticas, Lógica y Filosofía Natural.
La mayoría de ellas contaba con
numerosos colegios donde acogían a alumnos de diferente origen, estamento,
orden religiosa… lo que daría origen a su rango académico.
En las ciudades menores o con
universidades prestigiosas próximas, el acceso a las clases medias a los grados
universitarios, religiosos y seglares, así como su paso a los centros más
prestigiosos, fue posible gracias a los colegios-universidades o por medio de
los conventos-universidades.
Los colegios mayores llegarían a
constituirse en semilleros de funcionarios en las especialidades de Derecho y
Teología, lo que atraería el interés de familias nobles y de la burguesía.
Las titulaciones comprendían tres
niveles: bachiller, licenciatura y doctorado. Para alcanzarlos los estudiantes
debian haber cursado los 4 años, dictar 10 lecciones y superar en público
preguntas de 3 o 4 miembros del tribunal sobre las materias y libros leídos,
con distintos niveles de exigencia en cada grado. Tras un breve plazo, la
defensa pública de una cuestión planteada por el canciller de la Universidad
concluía en el grado de Doctor.
Un nuevo impulso del siglo XVI,
bajo el rectorado de Fernán Pérez de Oliva, insistió en la mayor dedicación de
profesores y estudiantes, en la vuelta a las fuentes originales cuya
publicación y lectura se fomentó, y en los ejercicios de argumentación de
preceptores y alumnos.
Entre las fuentes más leídas
destacan el Antiguo y Nuevo Testamento, tratados y comentarios de Aristóteles,
varias gramáticas, los tratados de Euclides y los comentarios de Tomás de
Aquino.
En los años de esplendor
numerosos artistas llenaban las aulas. En todo momento convivían los males
endémicos: baja cualificación y salarios de los profesores, más picaresca que
rendimiento en los estudiantes, rivalidades y entorpecimientos entre centros…
La Teología era la ciencia mayor.
Tras las Facultades de Huesca y Salamanca, la mayor parte de centros españoles
fueron erigidos en los siglos XV y XVI. También algunos colegios-universidades
y conventos-universidades conferían títulos de Teología junto con los de Artes.
El liderazgo de las universidades
españolas de Salamanca y Alcalá se vio imbuido de aires reformistas. Sus
contenidos se distribuían en 5 cátedras: Biblia, Sentencias, Sto. Tomás, Escoto
y Nominales. Las tendencias reformistas fueron capitaneadas por el Cardenal
Cisneros, su sede la Universidad de Alcalá de Henares, la edición de la Biblia
Políglota Complutense y la creación de colegios trilingües de hebreo, griego y
latín. El objetivo era el conocimiento del mensaje divino y su medio el
desarrollo de las técnicas de análisis filológicas y gramaticales. A su vez,
afianzó el gusto por los estudios y lenguas clásicos, la aproximación del
humanismo y la teología y la profundización en el espíritu científico. Tampoco
faltó el debate de las interpretaciones de la versión hebraica y castellana a
favor de Poliglota.
La Cátedra de las Sentencias de
Lombardo mantuvo su preeminencia hasta la mitad del XVI, cuando fue sustituido
por la Summa del aquitanense. Constituían el manual más completo de dogma y
moral, pero la reforma tridentina centró la atención sobre los temas del libre
albedrío, las virtudes y sacramentos.
Las Sentencias fueron sustituidas
por la Suma Teológica de Tomás de Aquino. Su espiritualidad, fundamentación
bíblica y univocidad doctrinal hicieron de ella el instrumento de la reforma
católica. Sus extrapolaciones a lo político, social y económico permitieron a la
teología española disfrutar de su época áurea y contribuir al derecho
internacional y de gentes.
Cisneros creo en Alcalá otras
corrientes paralelas y de contraste como la Cátedra de Escoto que recogía la
tradición franciscana. Pero la preeminencia del tomismo y dedicación de los
franciscanos marcaron el declive de estas cátedras.
Similar papel innovador
cumplieron las Cátedras de Nominales propuestas por Cisneros. Su vía metodológica desligaba el
pensamiento filosófico del teológico, su postura crítica, su teología positiva,
y su visión realista y empirista de la investigación ayudaron al viraje de
nuestras universidades a la modernidad.
Luego de dos años de estudios se
accedía al título de bachiller tras las lecturas de un libro del A. Testamento
y otro del Nuevo, de los 4 libros de Sentencias y la defensa de una prueba
tentativa ante un tribunal. Otros dos años más de estudio sobre cuestiones de
Quod Libet y una dura prueba oral y escrita de un día de duración, otorgaban la
licencia docenci en cualquier universidad.
En el estudio del Derecho pervive
la división medieval de Corpus Iurius Civilis
y el Corpus Iurius Canónici que representan la justificación de
legitimar la autenticidad de los brazos del poder: civil y religioso. El
Derecho canónico recorría recopilaciones que se habían realizado de la Iglesia:
Decretum Magistri Gratiani y las Decretalium Collectiones. En 1582 se editó una
recopilación global con rectificaciones de una comisión de correctores
encargada por Pío IV tras Trento.
En cuanto al Derecho civil, su
contenido se correspondía con la aportación de Justiniano estructurada según
los viejos estudios de Bolonia: Digesto, Código, Instituta y Novelas. Las
nuevas versiones del XV y los manuscritos facilitaron la uniformidad de su
docencia, que estaba estructurada en torno a lecciones y relecciones para los
temas de mayor interés y disputas públicas.
Eran precisos 6 años de estudio
para acceder al título de bachiller y una lección breve de oratoria. La
licenciatura precisaba de 5 cursos, con lecturas de mañana y tarde encomendadas
a una pareja de catedráticos con prácticas forenses en las Audiencias Reales.
Se culminaban con un discurso sobre el Compendio, una lectura de un capítulo
elegido por el alumno entre uno de los libros del Decreto. El grado de doctor
era más ceremonial y los fastos se adornaban con una breve disputa pública,
elogio del candidato y discurso de agradecimiento final.
Los estudios de Medicina eran
minoritarios, tenían como fuentes básicas el Arte de Hipócrates y Galeno, y el
Canon de Avicena. Siempre se utilizó la versión latina contrastados con sus
fuentes originales. También fueron muy usuales los compendios de Jean Fernel de
París y de Luis Mercado. Con posterioridad aparecieron otras cátedras dedicadas
a la anatomía, cirugía, aforismo, terapéutica particular… Los grados seguían el
procedimiento habitual a otras facultades y terminaban con una tentativa o
defensa pública que terminaba con las preguntas del tribunal y un discurso
elegante solicitando el título. La colocación definitiva y el ejercicio
profesional debían esperar a la realización de 6 meses de prácticas junto con
un doctor. El carácter teórico de las enseñanzas, la metodología basada en la
lectura de textos y la práctica estudiantil de trasladar expedientes sin
garantías a facultades menos exigentes pusieron de manifiesto las carencias de
una capacitación profesional.
En la mayoría de nuestras
universidades, su amplio poder interno y la proyección social en empleos
públicos no se correspondían con la calidad y el prestigio científicos. La
resistencia institucional al cambio fue vencido gracias a la tenacidad de
algunos humanistas, lo que se tradujo en la reforma de algunos planes de
estudio y de sus contenidos. Ello facilitó el acceso de las clases medias a la
cultura y a distintos estamentos de poder.
Con las salvedades de Zaragoza y
Valencia, las universidades españolas inician a continuación un deterioro
causado por la deficiente coordinación en la gestión, las veleidades internas
de profesores y alumnos. Los colegios-universidades y conventos-universidades
siguen una suerte dispar, entre los que confirman sus enseñanzas y los que
agonizan entre limitaciones económicas, de profesorado y alumnado,
organizativas y académicas, o por la relajación de sus exigencias y orgullo de
sus integrantes.